En esta sección daremos al lector un panorama de las raíces históricas y propósitos de nuestra agrupación.
¿QUIÉNES SOMOS?
Al igual que los diferentes grupos evangélicos en el mundo, nos sentimos parte de aquella cadena que se inició con el Señor Jesucristo y que siguió con el Apóstol Pablo. El apóstol a los gentiles le transfiere a Timoteo (2 Tim. 2:2); y parte aún de aquellos grandes movimientos de avivamiento que surgieron en diversos puntos de Europa y luego fue traído a Norte América con los colonos de esta nueva tierra.
Su fundador, G. Fisher, fue director de la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA) de Kansas hasta 1889. En 1889 en un campamento bíblico de la YMCA del estado de Kansas como resultado de la predicación de James A. Brookes, pastor presbiteriano, y H Grattan promotor inglés de misiones. Nace la idea de una agencia misionera.
W. Padilla en su Historia del Protestantismo en el Ecuador, dice:
“Fisher empezó a enfrentar problemas con los directores de la Asociación, cuando quiso convertir a ésta en centro de reclutamiento misionero y enviar Jóvenes al extranjero sin la necesaria seguridad económica.”
De esta forma en 1892, Fisher y un grupo de jóvenes de la YMCA se separan de ella y fundaron la Word’s Gospel Union (Unión Evangélica Mundial) que posteriormente se denominó Gospel Missionary Union (Unión Misionera Evangélica). En 1975 la “Unión Evangélica del Sur” se une a la GMU abriendo nuevos campos en Sur América.
La Unión Misionera Evangélica (UME) es una organización netamente Evangélica, internacional, interdenominacional y misionera. Su cuerpo misionero está formado por hombres y mujeres de diferentes denominaciones u organizaciones evangélicas que aceptan sus normas y principios doctrinales. Ella carece de iglesias en Los Estados Unidos para su sostén; se sostiene por la fe.
Inician su trabajo en África y luego en América Latina. En sus comienzos, el perfil del misionero de la UME corresponde a una persona de orígenes agrarios, con una preparación muy elemental (nivel secundario) y provienen en su mayor parte del «viejo oeste» de los Estados Unidos de Norteamérica: Kansas, Nebraska, Oklahoma, Iowa.
Acaso sea algo más que una coincidencia la localización de la misión y de sus misioneros: ni del norte, ni del sur, provenientes de regiones que del siglo pasado se consideraban el inicio del oeste, pero que en la actualidad el centro de los Estados Unidos.
Pocas veces se ha dado la debida importancia a los diversos en orígenes de lo misioneros que llegaron a nuestro continente: se los ha representado mayormente de acuerdo con un único estereotipo. Sin embargo, la realidad es que Estado Unidos en el transcurso de su historia nunca ha sido un país homogéneo, ni los cambios que se dieron hasta llegar a la actualidad fueron carentes de conflictos y resistencias. Todo lo contrario, el desarrollo industrial de los Estados Unidos trajo crisis para miles y miles de norteamericanos, entre estaban los obreros de las grandes ciudades y los pequeños agricultores del Oeste.
Pocas veces se ha dado la debida importancia a que este es el contexto del surgimiento del movimiento fundamentalista en los Estados Unidos. Se lo debe entender no únicamente como una oposición en el plano de las ideas teológicas frente al surgimiento del modernismo, sino como el enfrentamiento de dos modelos en pugna, el primero basado en la economía moral y el otro, en la maximización de las ganancias. Son tiempos de crisis y cambios bruscos y violentos, frente a los cuales ciertos grupos de agricultores elaboran implícitamente su posición en la forma de discurso religioso.
En este ambiente surge la UME, hija de su tiempo, compañera de otras grandes empresas misioneras que florecen en las últimas décadas del siglo pasado. Con ellas comparte el fuerte sentido de misión que les acompaña, su convicción de la necesidad de depender exclusivamente de Dios, pero a la vez es hija de un pasado agrario perdido que lucha por sobrevivir.
El estudio de estas circunstancias nos parece de particular relevancia para la comprensión de la UME en Panamá.
Es en los Estados Unidos de donde podemos trazar nuestro más reciente origen durante una época de grandes cambios socio-económicos, y un fuerte ataque a la fe anteponiéndola a la razón.
Pero bajo estas condiciones aparentemente desfavorables, el cristianismo efectuó ganancias sorprendentes. El cristianismo de los Estados Unidos tomó creciente participación en la extensión mundial de la fe y empezó a hacer contribuciones significativas a la cooperación entre los cristianos de las diferentes denominaciones.
Es así como en un avivamiento del Estado de Kansas, un grupo de 9 hombres asociados a la YMCA decidieron ir al África, esto o curre en 1890. En la primera semana 5 (cinco) de ellos murieron, pero en vez de desanimarse, en poco tiempo, reciben un refuerzo de 12 (doce) nuevos misioneros.
La Unión Misionera Evangélica (GMU) hoy AVANT MINISTRIES, tiene su cede internacional en Kansas City, Missouri, Estados Unidos de Norte América.
Es realmente la mitad de nuestra historia, ya que el nacimiento de la UMEP tiene nexos mucho más fuertes con el lado de Canadá, como en correspondencia privada compartíamos con la Dra. A. Jean Barness (Juanita) y llamábamos el gran moviendo misionero de Canadá a Panamá. La Hermana Juanita considera que lo que ocurrió en África con Stanley, en China con Taylor ocurrió en Panamá a través de P. Shidler. Y que la respuesta de tantos jóvenes canadiense de clase media y trabajadores a Panamá fue en respuesta a la visión de un solo hombre. P. Shidler, y creo que en la historia nunca dará suficiente justicia a su valor.
La sensibilidad espiritual del hermano P. Shidler se demuestra en el pequeño incidente que va a transformar el futuro de toda una nación. El futuro de miles de panameños empezó con un incidente, un retraso en el vuelo de un avión. Leemos como lo expresa el mismo hermano:
“La primera carga que el Señor puso en mi corazón por la gente de Panamá, a quienes yo he aprendido a amar desde entonces a causa de su necesidad de Jesucristo, y a admirar por su amigable actitud hacia los extranjeros, fue un resultado de un error por parte de una línea aérea, la cual necesitó mi estancia en esta ciudad por un día extra para hacer conexión a la isla de Jamaica.
Nunca olvidaré cómo busqué arriba y abajo en la avenida Central y calles adyacentes una misión en la cual encontrar comunión y aprender más de las necesidades de esta gente en medio de quienes me encontraba.
La carga continuó creciendo a través de dos viajes más a través del país. Finalmente me sentí constreñido a hacer algo definitivo. Después de consultar con algunos de los misioneros y amigos cristianos que había conocido en Panamá y con nuestro propio Concilio General, hice otra visita a Panamá con mi buen amigo, el hermano Leonardo Reimer, un hombre de negocios canadiense, con la idea de formular planes más definidos para entrar al país.”
Y constreñido inicia una serie de visitas a Seminarios e Institutos Bíblicos, en Canadá difundiendo y contagiando de su visión a jóvenes, iglesias e institutos que le permiten presentar su visión. Y confirmando lo que la Hna. Juanita diría, “no hubo campamentos, retiros, sino un hombre con una visión para Panamá y vinimos a Panamá por el hombre de esa visión”
¿Qué tenía en el corazón el hermano Shidler cuando pensaba en Panamá?
“1. Durante sus primeros días en Panamá, la señorita Reimer hará trabajo de evangelismo entre los niños, y a través de él hacer una investigación general para determinar una localidad apropiada para nuestra oficina central y hogar de nuestra misión. No es necesario decir, que necesitamos ayuda para la compra de un adecuado hogar para la misión y oficina central. Confiamos como otros que están apoyando fuerte a este país, que seremos capaces de penetrar en las áreas más necesitadas del país con el Evangelio.
2. Nuestra entrada a Panamá es con doble objetivo: predicar el Evangelio de Cristo y ser buenos vecinos y prestar una mano de ayuda a otros obreros cristianos que ya están en el campo.
3. Hay una vasta oportunidad para ministrar a nuestros propios militares, tanto como a gente de habla inglesa y varias tribus indígenas, algunas de las cuales han tenido muy poca oportunidad de escuchar el Evangelio de Jesucristo”
Su visión era alcanzar a todos los necesitados por el evangelio, autóctonos, y extranjeros necesitaban de Cristo, como él mismo se despide en una de sus notas diciendo: “Hermanos, pedimos sus oraciones que Dios nos capacite para satisfacer esta carga que Él ha puesto en nuestros corazones por esta amada y aún necesitada república de Panamá.”
Nosotros fuimos llevados a un pequeño terreno ubicado a 17 millas de la ciudad de Panamá sobre la carretera pavimentada que lleva a la frontera con Costa Rica. La propiedad ha sido el hogar de un ingeniero americano retirado. El lugar tiene 10 acres de tierra con una bonita casa de concreto, una casa de empleados y un edificio. Además, hay una planta de luz y un pozo de más de 200 pies de profundidad con un molino de viento, equipo de una bomba manual y de gasolina. Hay ciento cincuenta árboles frutales, cargados con toronjas, naranjas y otras frutas tropicales que incluyen palmas de coco, bananos y otros. La parte trasera de la propiedad limita con un precioso río, y yendo abajo desde la casa al río a través de un pequeño valle es un sendero entre árboles y arbustos primitivos. Los árboles se elevan por lo menos 100 pies y uno pensaría que está a muchas millas de la civilización por estar a la rivera del río y por la forma como luce.
Sobre este terreno esperamos levantar seis pequeños edificios un poco más grandes que un camarote de turista, el cual será usado para varios propósitos. En primer lugar, la propiedad es excelente para acampar y ya una misión que está operando al norte de nosotros está ansiosa por que tengamos el terreno listo para que sus jóvenes puedan venir a acampar el próximo año.. Además teniendo un ministerio de campamentos esperamos tener esta propiedad disponible para conferencias de todas las misiones evangélicas. Durante la temporada que no hay campamentos tendremos un instituto bíblico usando las mismas cabañas para casas y aulas de escuela, utilizando así la propiedad los doce meses del año en diferentes ministerios. Planeamos construir una capilla próxima a la carretera y equiparla con altoparlantes. Mucha gente camina por esta carretera. Así podremos alcanzarlos con música y testimonios.
Debido a su peculiar ubicación y lo precioso del lugar, estamos llamando el lugar “Finca El Amanecer”.
Nosotros investigamos otros lugares necesitados en la república y esperamos enviar obreros a algunos de estos lugares pronto. Fue también mi privilegio volar a visitar a los indios de San Blas y regresar por carretera de las junglas de Darién. Verdaderamente, hay una puerta grande y efectiva aquí.
Mientras el pueblo del Señor ore y responda a las necesidades de Panamá, nosotros podremos seguir desarrollando este trabajo que Dios ha puesto en nuestras manos.
En las elecciones presidenciales de 1952, en las que se presentaron como candidatos, por una parte José Antonio Remón, y por la otra su primo Roberto Chiari. Arnulfo Arias proscrito políticamente no pudo postularse, pero candidatizó primero a Rodolfo Herbruger y después a Carlos N. Brin, aunque finalmente dio la orden a sus copartidarios que no se presentaran a votar.
El 11 de mayo, se celebraron las elecciones en las que obtuvo una aplastante mayoría el ex Comandante Remón. Sus vicepresidentes fueron José Ramón Guizado y Ricardo Arias Espinosa. Se institucionalizaba, de esta manera, el poder policiaco, al tiempo que se iniciaba en Panamá la Guerra Fría.
Una ley de diciembre de 1953 transformó, según los lineamientos impartidos por Washington, a la Policía en Guardia Nacional. Se incrementó su número, comenzó a ser entrenada y Estados Unidos le otorgó préstamos blandos para equiparla de armamento y pertrechos.
Por el mismo se aumentó la anualidad del Canal a 1.930.000 dólares; se estableció que los comisariatos ya no abastecerían a las naves en tránsito; que sólo los norteamericanos residentes en la Zona podrían comprar en dichos establecimientos comerciales; los ciudadanos panameños que residieran en la Zona debían pagar impuesto sobre la renta a la República de Panamá; se le entregarían terrenos y edificios a Panamá, así como las tierras de Paitilla y la estación del Ferrocarril. En el aspecto social se asumía el compromiso de establecer condiciones laborales igualitarias en la Zona del Canal. A cambio, los Estados Unidos recibió autorización para realizar maniobras militares en Río Hato durante 15 años, lo que encajaba perfectamente con la política de la Guerra Fría, sin olvidar que el control de este sitio había sido una vieja aspiración de Washington. Asimismo es estipuló la reducción del 75 % del derecho de importación de licores que se compraban en Panamá con destino a la Zona del Canal.
Pero Panamá también había realizado otras solicitudes que Washington no aceptó. Entre estas, cabe mencionar: que la bandera panameña ondeara junto a la norteamericana en la Zona del Canal; que se establecieran tribunales de justicia mixtos; la utilización de sellos postales panameños; el reconocimiento de los exequátur otorgados por Panamá a los cónsules extranjeros; el cese de la concesión a perpetuidad de la Zona del Canal; el fin de una anualidad fija. Algunas de estas demandas adquirieron fuerza en los años subsiguientes y dieron origen a movimientos nacionalistas y estudiantiles que desembocarían en el 9 de enero de 1964.
En este ambiente de crisis nacional es que el 23 de Enero de 1953, llega a nuestras tierras la Señorita Linda Reimer, con experiencia en su natal Canadá, donde había sido jefa de enfermeras en el Hospital de Steinbach Manitota (“en aquel tiempo las enfermeras trabajan en turnos de doce horas… entrenándose para lo que iba a ser su trabajo en Panamá”). Luego de un tiempo de trabajo en USA fue de misionera pionera a Puerto Rico, donde trabajo por 5 años como misionera de la Misión Menonita. En el año de 1953 cuando la GMU buscaba obreros para abrir campo en Panamá Linda Reimer responde con mucho deseo de ponerse al servicio de las necesidades del hombre panameño, en su totalidad. En la persona y ministerio de la Srta. Linda uno puede ver resumido el Evangelio preocupado por la persona total. Linda empezó el ministerio con 5 clases para niños y adultos en la ciudad de Panamá.
El Señor completó el equipo en septiembre del mismo año. El 12 de septiembre aparece la señorita Elena Goertzen, quien con su habilidad para llegarle a la gente y su preocupación por la obra, se entrega de lleno a la misión. Haciendo durante todo su tiempo de estadía en Panamá un bello dúo, a quienes con cariño se les llamo el “dúo dinámico”.
El tercer ingrediente para la tarea que se había propuesto, también estaba ya escogido por Dios. La Finca El Amanecer que fue comprada el 25 de septiembre del mismo año, las señoritas realizan la mudanza a este estratégico lugar el 3 de octubre de 1953. Una nota de un escrito por los 25 años de la UME encontramos esta nota interesante:
“La señorita Linda conoció la finca denominada “El Amanecer”, fue un amor a primera vista, se encontraba la finca relativamente cerca de la capital muy cerca de la carretera interamericana, pensando en todas estas ventajas y su posición estratégica para sus salidas y retornos. La señorita fue pensando en adquirir el lugar para tener un pequeño refugio y el lugar de estrategia para la naciente Misión.”
Las clases que la Señorita empezó en la capital quedaron en manos de los Bautista y otros grupos evangélicos. La estrategia misionera fue un trabajo social con los pobladores de esta área del país ya que los pueblos cerca de la capital eran los dormitorios de la ciudad, y los centros de salud sólo se encontraban en las cabeceras. En este mismo año es alcanzado el pueblo de San José; al año siguiente son alcanzados Chame y Vista Alegre. Los poblados de Arraijan su cabecera y los pueblo aledaños, eran usados por la gente que trabaja en la Zona del Canal, y por Norteamericanos que compraban terrenos para hacer Fincas.
“Ya para el mes de octubre, se logra la primera reunión, después de una laboriosa visitación de casa en casa. Se logran reunir 21 personas, la fecha de esta primera reunión fue el 8 de Noviembre de 1953 a los 10 meses de haber llegado la primera misionera. El 25 de noviembre hubo la primera reunión femenil la cual constaba de trabajos de costura para niños y estudio bíblico.”
Para el 6 de Marzo de 1955 se da el primer bautismo. El primer matrimonio se efectúa el 5 de Diciembre de 1955. Entre Leandro y Clotilde de Guevara. La primera Escuela Dominical fue el 5 de junio de 1955. Entre el 55-56 se estaba trabajando permanentemente en Vista Alegre, Chame, Capira, en la provincia de Panamá Santiago, Pixbae, en la provincia de Veraguas.
En 1954-1957 llegaron a Panamá 14 misioneros, entre los cuales llegó la señorita María Buhler, (1954) hoy señora de Sáenz, y Dorothy Oyer junto con los Neufeld, en Octubre de 1955 se trasladan a Santiago donde empiezan clases con niños y estudios bíblicos en casa. En Agosto de 1957 se inaugura el Templo.
El primer campamento se realizo en 1957 con una asistencia de 30 niñas, El garaje sirvió de cocina y comedor. La casa de huéspedes era el dormitorio.
La primera conferencia a nivel nacional de la UME fue el 30 de Abril de 1961, con una asistencia de 170 personas.
El ministerio de la UME en Panamá se caracteriza por la preocupación por las necesidades tanto físicas como espirituales de los panameños. La obra de la clínica empezó en el Amanecer los primeros meses de 1954, después de haber recibido permiso del gobierno para ejercer su profesión la Srta. Linda. Se iniciaron clínicas en Bique. Médicos y dentistas del hospital Gorgas interesados en ayudar, llegaron de vez en cuando para atender a los pacientes con ellas.
La atención de las señoritas incluyo el dejar en su casas a los bebes que tenían necesidad de atención especial.
Luego, en el 1959, las señoritas se trasladaron a Salud, la Costa Abajo de Colón. Con el mismo amor, abnegación y persistencia empezaron la obra médica en ese lugar. Empezaron con clínicas regulares ciertos días de la semana. Fueron a los pueblos. Salud, Palmas Bellas, Chagres y Piña. Además, empezaron a llegar muchos pacientes de otros lugares a veces de muy lejos porque en aquel tiempo, no había un programa médico de Salud Pública en esos lugares. De vez en cuando han llegaban médicos cristianos para ayudarlas, aunque muchas veces las señoritas han tenido que hacer el papel de médico por falta de ellos. También entrenaron y usaron varias personas locales y otras enfermeras.
El propósito principal de toda esa obra, sin embargo, fue de presentarle el amor de Cristo a cada paciente y darle la oportunidad de recibir la salvación que Dios nos ofrece. Después de todo, la salud del alma vale aun más que la salud física porque es para la eternidad.
Se usaron diferentes maneras de presentar el evangelio. Cada paciente escuchaba la Palabra antes de ser atendido y llevaba un folleto a su hogar. Se vendían Biblia y Nuevos Testamentos. Muchos pacientes se llevaban Cursos Bíblicos por Correspondencia. También se usaba el ministerio de casetes especialmente en lugares lejanos donde no tenían como escuchar el mensaje del Señor. Como resultado se formaron varias congregaciones. Gracias a Dios por estas hermanas.
Queridos amigos:
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.” Esta es la promesa que yo reclamé cuando iba a esta nueva aventura de llevar el Evangelio de Cristo a la gente de Panamá.
Me siento indigna de este gran privilegio, pero El me ha escogido. La tarea delante de mí en este nuevo campo es muy grande y yo comprendo que en mi propia fuerza, no puedo hacer nada; así que oren conmigo, que yo pueda poner mi confianza completamente en El, a fin de que El pueda guiar y dirigir cada paso que debo dar. También oren que aún ahora el Señor prepare los corazones de aquellos quienes oirán el evangelio de Cristo y que ellos lo acepten. .
Alabo al Señor por su guía en mi vida, dando una puerta abierta en Panamá y por los muchos que han prometido orar por mí y por la salvación de almas en Panamá.
La obra de la Unión Misionera Evangélica de Panamá (UMEP) surge como asociación por sugerencia de la Señorita Linda Reimer. Motivado por los acontecimientos históricos del 9 de Enero de 1964 el temor de la Srta. era proteger las propiedades de la misión, y que en el caso extremo de que los misioneros tuvieran que salir del país , existiera una agrupación nacional que pudiera administrar los mismos. Para esta fecha la UME contaba con 19 iglesias y 8 puntos de predicación. En la Provincia de Panamá, 12 iglesias, Colón 5, Veraguas 2.
Así el 7 de noviembre de 1970, el Rev. Decilo Guevara, el Rev. Ventura Sáenz, el misionero Clifford Reimer y el hno. Gabriel Mejía, elaboran unos estatutos, luego de consultar y pedir copias de otras asociaciones, para luego tramitarlo en el gobierno. Así se constituyó la “ASOCIACIÓN DE LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS DE LA UNIÓN MISIONERA EVANGÉLICA DE PANAMÁ”; nombre que fue cambiado por sugerencias del Ministerio de Gobierno y Justicia, porque les traía confusión. Es por esa razón que hoy llevamos el nombre de “UNIÓN MISIONERA EVANGÉLICA DE PANAMÁ”. El 12 de septiembre de 1977 fue debidamente inscrita en el registro público la nueva personería jurídica UNIÓN MISIONERA EVANGÉLICA DE PANAMÁ.
Tenemos que entender dentro de su contexto que el nombre que nos representa no es el producto de una reflexión bíblica, ni la característica de nuestra agrupación, es un nombre circunstancial, que anhelamos poder hacer parte de nuestra realidad.
Hasta este tiempo la obra se circunscribía a las áreas del interior. Por ello en un plan de expansión para alcanzar los centros urbanos, específicamente la ciudad de Panamá, se envió al misionero Gilberto Reimer (hoy en la presencia del Señor) y su familia para iniciar la obra en dicha ciudad con el fin de fundar una iglesia.
El hermano Gilberto Reimer fue un misionero de origen canadiense. Después de unirse en matrimonio con Juanita Jean (misionera en ese tiempo en Panamá), regresaron a nuestro país en el año de 1963. En ese mismo año fue enviado a la ciudad de Santiago de Veraguas para pastorear la Iglesia en esa ciudad junto con Jorge Miller y señora. En esa Iglesia desarrolló un buen trabajo pastoral.
En 1967 por iniciativa del cuerpo misionero, fue trasladado con su familia a la Finca El Amanecer para dirigir el Seminario Bethel. Al cerrarse el Seminario Bethel en 1971, se le encargó el trabajo de desarrollar el Seminario Por Extensión en 1972; trabajo al cual dedicó toda su capacidad y empeño hasta el día de su muerte. En septiembre de 1973 se envía al hermano Gilberto Reimer y familia a la ciudad de Panamá para iniciar la obra. Fue en el cumplimiento de esa misión, que el día 11 de febrero de 1974, fue secuestrado y asesinado vilmente, sin conocerse hasta el día de hoy quienes fueron sus asesinos; pero sí conocido por nuestro Dios, quien hará justicia en su debido tiempo. Un día veremos su premiación, cuando el Rey de Reyes y Señor de Señores ponga sobre tu cabeza la Corona de la Vida por haber sido fiel hasta la muerte (Ap. 2:10). La Asociación de iglesias, recordara por siempre el ejemplo de Gilberto y su esposa Juanita.
Los Evangélicos, no son algo enteramente nuevo como lo creen algunos. Scott ha demostrado que el cristianismo evangélico no es un fenómeno nuevo en este siglo, sino más bien la forma de cristianismo que se ha forjado partiendo del modelo bíblico y que ha avanzado siglo tras siglo con vigor renovado. Scott explica que el cristianismo evangélico se puede comprender en la cuádruple fórmula que los Evangélicos reclaman para sí:
El cristianismo evangélico es teológico en cuanto a su carácter, bíblico en cuanto a su sustancia, original en cuanto a su historia y fundamental en cuanto a su énfasis (Stott, 1975; 48).
En las primeras décadas del siglo pasado, el historiador Latourette hace dos comentarios muy importantes en cuanto al cristianismo evangélico. En primer lugar afirma que tanto en Europa como en el resto del mundo los Evangélicos son el segmento más vigoroso del Cristianismo:
Las minorías vitales de protestantes en Europa son en gran parte de tradición puritano -pietístico evangélica. A la misma corriente obedece más aún el crecimiento en números e influencia de Europa. Esto significa que el protestantismo mundial tiene más y más una complexión puritano-pietístico evangélica.
El autor demuestra cómo el avance misionero de los últimos dos siglos ha salido principalmente de fuente protestante y evangélica, porque esta posición está más cerca del meollo del Evangelio
El segundo aspecto de la percepción de Latourette es que a través de los siglos de historia cristiana, las formas de cristianismo que han persistido son aquellas que han mantenido un núcleo básico de creencias que tiene como centro a Jesucristo, la Biblia y el Evangelio. He aquí sus palabras:
... aquellas formas de fe que lo redujeron sustancialmente, o han desaparecido o se han debilitado lentamente (Latourette, 1955; 21).
Precisamente por ello es que necesitamos proclamar, defender y aplicar el Evangelio, a fin de que continuemos viendo la persistencia de un espíritu evangélico en siglos por venir. Como lo expresa Escobar en el material que estamos usando como apoyo.
Es muy importante comprender estas diferencias si queremos formular adecuadamente el elemento común de lo que llamamos «nuestra herencia evangélica». Las líneas denominacionales que están arraigadas en circunstancias históricas son significativas en Europa, menos importantes en Norteamérica y totalmente insignificantes en el Tercer Mundo. Mientras que la palabra «Anabaptista» puede poner muy nerviosos a ciertos Evangélicos europeos, son un timbre de honor para Evangélicos en otras partes del mundo. Alrededor del mundo han surgido nuevas denominaciones como resultado de las misiones independientes conocidas como «misiones de fe». En su perspectiva, doctrina y práctica, son similares en mucho a los Evangélicos de Europa o Norteamérica, pero son muy diferentes en otros aspectos.
La vida y el ministerio de la UMEP como parte del movimiento evangélico, es una buena expresión no sólo de una herencia doctrinal común sino también de muchas actitudes y prácticas que expresan la verdad. Es una joya multifacética. Algunos estaremos más inclinados a enfatizar un aspecto de esta herencia más que otras, pero deberíamos ser conscientes de que las otras fases están allí también.
La herencia doctrinal de la Reforma: Nuestra doctrina, no es innovadora ni desconectada de la historia del cristianismo evangélico. Heredamos de la Reforma del siglo XV los postulados, solo Gracia, solo Fe, solo Cristo, solo Escritura, y defendemos con pasión estos postulados considerándolos como esenciales.
Otro ejemplo es nuestra posición tocante a la autoridad de las Escrituras sobre todo pensamiento humano, la autoridad final de las Escrituras es algo que ninguno de nosotros negociaría nunca y nuestra proclamación y convicción de que Dios es Soberano, revela ecos de Calvino y otros reformadores que establecieron claramente la autoridad de la Palabra de Dios para la vida del creyente.
Estos son sólo dos ejemplos de que tanto para la evangelización como para la obra teológica y pastoral somos deudores a las formulaciones doctrinales de la Reforma. Nuestra manera de comprender el núcleo central de la fe cristiana nos ha sido transmitida por el redescubrimiento que se dio gracias a la Reforma. Las verdades básicas a las cuales hace referencia nuestra Base Doctrinal no son todo lo que creemos pero son los puntos principales de lo que consideramos decisivo para nuestro ministerio. John Stott lo ha dicho claramente:
La acepción clásica de «evangélico» está involucrada con una teología del evangelio que se remonta hasta la Reforma y, en verdad, más allá de la Reforma, hasta la Biblia misma (biblio).
Es importante que aclaremos el sentido del término «herencia», que estamos usando. No es únicamente la idea pasiva de un «depósito» que debe mantenerse y reverenciarse. Más que ello, es la expresión de verdades vivientes sin las cuales ni tenemos un mensaje ni tenemos una base para comprender la vida cristiana en el mundo. Somos Evangélicos porque éste es el Evangelio que anunciamos y éstas son las verdades por las cuales vivimos. A partir de ellas estamos desarrollando una visión del mundo, una perspectiva y una forma de vida.
Ser Evangélico significa ser verdaderamente bíblico. Un principio central del genio de la Reforma fue el redescubrimiento de la Palabra de Dios como la única regla autoritaria de fe y práctica para la Iglesia. Porque Dios ha hablado existe un universo creado; porque Dios ha llamado hay un pueblo de Dios; porque Su Palabra se ha hecho carne en Jesucristo, tenemos un Evangelio. Una parte muy importante de este Evangelio es que todo lo que Nuestro Señor hizo y dijo fue «conforme a las Escrituras» (Lc. 24:25; Hch. 3:11-26; Ro. 1:1-6; 1 Co. 15:1-4). De esta convicción proviene la insistencia en la doctrina correcta, y la predicación y enseñanza bíblicas como esenciales para la vida de la Iglesia. La insistencia sobre una transmisión y administración correcta del «depósito» de la fe que se recibe resulta evidente especialmente en las Epístolas Pastorales, pero es también una norma en los diferentes escritores apostólicos: compárese 2 Ti. 1:13, 14; 3:13-17; 1 P. 1:22-25; 1 Jn. 2:21-24. Su origen se puede advertir ya en la enseñanza del Señor mismo: Jn. 8:31, 32; 16:12-15.
Nuestra insistencia en una Base Doctrinal puede ser el énfasis con el cual se ha identificado más estrictamente a los de la UMEP. La demanda de una conversión personal y las disciplinas de una vida espiritual profunda en el nivel personal y el comunitario. El «tiempo devocional» es parte de la tradición de la UMEP y la evangelización se concibe como el hecho de llevar a las personas, tarde o temprano, a la experiencia de una entrega personal a Jesucristo.
La vivencia de esta piedad y entrega personal son las bases de nuestro culto y piedad como grupo, y de las acciones de entrega corporativa. La piedad personal y la grupal se enriquecen mutuamente.
Estas características se asocian generalmente en la historia de la iglesia con el movimiento pietista que floreció en los siglos XVII y XVIII Felipe Jacobo Spener (1635-1705) y Augusto Hermann Francke (1663-1727) fueron los precursores de este movimiento en la Alemania luterana. El Conde Zinzendorf (1700-1760) fue el líder del movimiento en Moravia. Las marcas de este avivamiento que afectó a las iglesias Protestantes, ortodoxas pero muertas, son: la reunión en pequeños grupos sin abandonar sus denominaciones, la lectura diaria y personal de la Biblia en busca de una palabra personal de Dios, y la importancia dada a la oración en esta disciplina espiritual.
El pietismo no sólo revivió a la Iglesia por dentro, sino que también la proyectó hacia la misión fuera de sí misma. Esto fue evidente especialmente en el surgimiento del movimiento misionero moravo que se desarrolló bajo el ministerio de Zinzendorf. Pero la influencia del Pietismo también llegó a hombres como John Wesley en Inglaterra, Abraham Kuyper en Holanda, Hans Nielsen Hauge en Escandinavia, y aún más lejos, a predicadores como Moody y Spurgeon de época posterior. De esta manera, los orígenes de la UME y por ende de la UMEP están directamente vinculados con el Pietismo europeo.
Indiscutiblemente los primeros misioneros que introdujeron el Evangelio en algunos países del Tercer Mundo, hace dos siglos, eran por lo general protestantes entusiastas influidos por el Pietismo. En sus escritos encontramos este claro sentido de un llamado personal de Dios, y en sus biografías admiramos la calidad y profundidad de su vida espiritual disciplinada.
Cuando insistimos en enseñar a los hermanos de la UMEP las disciplinas de un «tiempo devocional» o «encuentro con Dios» (cualquiera sea el nombre que le demos), como parte del discipulado comprometido, nos estamos ubicando en la tradición de la herencia pietista, a la cual el movimiento evangélico actual tanto le debe.
La práctica de esta piedad personal ha sido evidente en los misioneros. Hemos oído testimonios de parte de los que fueron creados en hogares cristianos en cuanto que la lectura de la Biblia era parte integral del desayuno, aun antes de que pudieran entenderla. Así mismo hemos tenido oportunidad de darnos cuenta de la continuación de estas prácticas en los hogares en el campo misionero.
Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento encontramos en los hombres y mujeres de Dios la clara conciencia de una relación personal con El. Refiriéndose a su propia vocación Pablo usa las mismas palabras que usó Isaías (compárese Is. 49:1 y Gá. 1:15). En los Evangelios encontramos a Jesús refiriéndose constantemente a su relación personal y única con el Padre (Mt. 11:27), y también encontramos en el libro de los Hechos que la obra apostólica depende de la dirección personal que el Espíritu da a individuos que tienen clara conciencia de ello (7:54-60; 8:26, 29, 39; todo el capítulo 10; 15:28; 20:23). La piedad y la adoración dependen de esta relación personal. El Pietismo apunta a un precedente bíblico muy rico.
Es una lástima que el término «pietista» haya adquirido una connotación negativa. Esto se debe a los extremos en algunos segmentos del mundo evangélico de habla inglesa: una moralidad legalista, una actitud demasiado negativa respecto al papel del cristiano en la sociedad y en el mundo, y una tendencia a formar criterios arbitrarios de espiritualidad que con frecuencia reflejan la influencia y ejemplo de líderes fuertes más bien que de los requisitos directos de la Palabra de Dios.
Tomando en cuenta la historia y la necesidad humana, tenemos que recuperar esta dimensión y darnos cuenta que la piedad personal intensa de ninguna manera necesita divorciarse de la reflexión teológica seria o del compromiso social y la acción misionera.
En efecto, los líderes evangélicos que son utilizados por Dios son aquellos que tienen una vida espiritual disciplinada, en la mejor tradición pietista, aunque ellos no le den ese nombre.
La evangelización es algo fundamental para la existencia misma de nuestro grupo. La continuación de «un movimiento» puede volverse un fin en sí misma sin que éste cumpla sus metas trazadas, de la cual surge la proclamación del Evangelio de Jesucristo.
Las iglesias no se forman para que sirvan de refugio en el cual se protege la fe de los creyentes, Son más bien puntos donde los discípulos pueden crecer porque se embarcan en la misión y en ese proceso fortalecen su fe y la comprenden en un sentido más profundo.
Ver el mundo como un campo de misión, tener una perspectiva de la realidad que brota de un corazón evangelizador es una de las marcas de la vida evangélica. En la historia contemporánea esta característica puede vincularse con toda época de avivamiento espiritual, pero especialmente con el gran avivamiento de la fe que marcó los siglos XVII y XIX en los países de habla inglesa. Jorge Whitefield y los hermanos Juan y Carlos Wesley fueron ejemplos destacados de esta época. Mucho debemos a la mezcla de entusiasmo, piedad, disciplina y actividad incansable que caracterizaron su ministerio. La rica herencia doctrinal de la Reforma y la profundización de la vida espiritual que vino del Pietismo se pusieron en acción con pasión evangelizadora.
Cuando la revolución industrial barría a Inglaterra, Whitefleld y los Wesley se dieron cuenta que las masas que necesitaban a Cristo estaban fuera de la Iglesia, y se entregaron a la tarea de ir hacia ellas para traerlas a la familia de Dios. La labor de estos hombres, movidos por la pasión de que otros lleguen a salvarse, es algo verdaderamente sorprendente. Se ha dicho de Whitefield:
En una época en que los viajes eran increíblemente lentos y trabajosos, cruzó dos veces a Irlanda, visitó Escocia quince veces, penetró hasta los últimos rincones de Inglaterra y Gales. Pero ninguna islita iba a contenerlo. Atravesó el Atlántico un total de tres veces (Skevington Wood, 1960; 80).
En otro libro el mismo historiador nos dice respecto a Juan Wesley:
En el curso de su vida cubrió cerca de medio millón de kilómetros en sus viajes, predicó cuarenta mil sermones, y aun tuvo tiempo para escribir más de doscientos libros (Skevington Wood, 1976; 116).
La evangelización que realizaron estos hombres no fue sólo una comunicación verbal de la verdad cristiana. También fueron activistas sociales. Lucharon contra los males sociales de su día y animaron a otros a entrar en la arena política y social. Fueron teólogos que se dieron a una reflexión creativa sobre la iglesia de su época, y también organizadores eclesiásticos. Howard Snyder ha observado:
El don de Wesley para organizar se puso al servicio de un objetivo: la formación de un pueblo genuino de Dios dentro de la iglesia institucional. Se concentró no tanto en los esfuerzos que llevaban personas a una decisión, sino en el momento que seguía a la decisión. Su sistema nada tenía que ver con la publicidad y la propaganda y su imagen pública sino con la construcción de la comunidad del pueblo de Dios (Howard Snyder, 1980; 2).
Este avivamiento fue también el origen de numerosas agencias para la promoción de la obra cristiana, entre ellas las sociedades misioneras desde las cuales fue posible el gran avance del siglo diecinueve.
Tenemos una gran deuda con este movimiento, en esos hermosos himnos de los Wesley que cantamos todavía, en la participación en pequeños grupos como las «células» o «grupos de acción», y en nuestro énfasis en un liderazgo laico para la evangelización y el avance. Conviene que recordemos estas raíces de las cuales venimos. Después de todo Whitefield y Wesley, como sus sucesores, sólo estaban redes cubriendo principios bíblicos que encontramos también en Jesús y Pablo.
Fue algo que nos llego junto con la metodología de fundar iglesias, realmente lo que se establecía primero eran las “escuelitas dominicales” y en nuestro caso muchas de nuestras iglesias empezaron como clases para niños. La “Escuela Dominical” tiene su origen en la revolución industrial de Inglaterra, viendo el Hno. Raiker que la mayoría de los niños eran usado como mano de obra barata, y no tenían educación el hizo grupo de estudios de matemática y aprender a leer usando la Biblia como manual. Cuando este movimiento pasó a América, tuvo gran resistencia de parte de los hermanos porque temían que se transfiere la responsabilidad de la formación bíblica de los padres a la Iglesia. Temor que se cumplió.
Para nosotros es imposible pensar en una actividad dominical sin Escuela dominical.
La preocupación evangélica por la Iglesia sigue la enseñanza del Nuevo Testamento, que es muy clara al respecto. Su mejor expresión se encuentra en la Epístola a los Efesios, donde se establece la existencia de los dones y la forma del ministerio, ubicar en el contexto cósmico del propósito de Dios y la consecuente preocupación por la unidad del cuerpo que es la Iglesia (p. ej. Ef. 4:1-16).
Nuestra herencia no es una carga pesada que generaciones anteriores nos han impuesto para mantenemos bajo su control. A veces la propia expresión «herencia» le disgusta a la gente joven porque trasmite esa imagen. Pero lo que vemos en nuestra propia historia y en la historia de la Iglesia es que estos principios básicos de la vida y la verdad evangélicas han sido verdades liberadoras, elementos dinámicos dentro de los movimientos de renovación que Dios ha usado para mantener a su iglesia viva en tiempos de crisis y de avance. Es así como lo entendemos en la UMEP
En primer lugar, no es la Iglesia la que produce la verdad cristiana sino al revés: la verdad cristiana produce a la Iglesia. De la misma manera, no es la UMEP la que han producido la verdad evangélica, sino que los UMEP es resultado de la verdad evangélica; el Espíritu de Dios en acción por medio de Su Palabra. Separados de la fuente de nuestra vida, pronto moriríamos. Aunque continuásemos funcionando como institución, estaríamos muertos espiritualmente.
En segundo lugar, existimos con un propósito, tenemos una misión. Esa misión se define basándose en la verdad evangélica. Surge de ella. Esta verdad, el Evangelio, constituye la única acción y la única palabra que podemos ofrecer al mundo de hoy. Si lo abandonamos no tenemos misión ni propósito. Podríamos continuar con las actividades de auto-preservación institucional, pero no estaríamos cumpliendo nuestra misión.
En tercer lugar, nuestra herencia evangélica se comprende mejor en la acción. Un estudio y comprensión intelectual de ella no son suficientes. Conforme vivimos nuestra fe en el mundo descubrimos las dificultades y también la validez del estilo de vida semejante a Cristo. Conforme compartimos el Evangelio reconocemos su pertinencia para responder a las necesidades de la gente, su aplicabilidad a la condición humana. Conforme trabajamos y luchamos experimentando las tensiones del discipulado en un mundo hostil, nos damos cuenta qué importante es cultivar los recursos espirituales interiores mediante el encuentro diario y personal con Dios.
Ya hemos establecido algunas pautas importantes en cuanto a nuestras raíces, tanto históricas como teológicas, raíces que nos hacen sentirnos parte de todo lo que Dios esta haciendo en el mundo. Pero reconocemos que el camino no ha sido nada fácil y muchas veces ha sido desmoralizador.
Por el mismo hecho que la GMU es una agencia misionera Internacional, interdenominacional, sus misioneros cuando establecieron iglesias lo hicieron bajo la teología de su iglesia local, de donde procedían. Aunque hubo intentos serios para formar líderes la falta de un distintivo doctrinal produjo una falta de identidad en las iglesias locales. Los miembros de la UMEP no sabían como responder a la pregunta ¿y quiénes son ustedes? La falta de identidad y definición doctrinal clara ha provocado actitudes y posiciones tambaleantes. Que estas a su vez han sido tierra fértil para sembrar la semilla de doctrinas y practicas que no son acorde con la doctrina y práctica que trajeron los misioneros basados en la Biblia como norma.
Antes era muy fácil identificarse como cristiano a secas, a medida que el tiempo transcurre esa definición se ha quedado obsoleta y nada práctica y tenemos que ser más precisos en lo que somos. Por eso queremos en este material dejar bien clara nuestra posición como UMEP:
Somos Conservadores.
La iglesia en todos los tiempos debe retener la revelación completa que por la providencia de Dios nos fue preservada en las Escrituras. Es en este sentido que todo cristiano debe (o debiera) ser conservador, pues es su deber “conservar la verdad recibida de Cristo y de los Apóstoles”
El cristiano está bajo la obligación de ser tan radical como Las Escrituras se lo ordenen y está en libertad de ser tan liberal como Las Escrituras se lo permitan.
“No enseñamos cosas nuevas, sino que repetimos y establecemos cosas antiguas, enseñadas por los Apóstoles y los santos maestros que le precedieron” (Lutero)
“No es nuestra la doctrina que os traemos hoy; no la escribimos nosotros, ni la descubrimos, i tampoco la inventamos; os traemos solamente que los padres de la Iglesia, lo que los apóstoles, lo que Cristo nuestro Señor y salvador mismo, presentaron antes. (John Jewell)
Bíblicos.
“Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, viva, plena y verbalmente inspirada por Dios, sin errores e infalible en todos los escritos originales. Y que es autoridad suprema y final en toda cuestión de vida y fe.”
Para nosotros la Palabra de Dios, la Biblia es:
1. La revelación divina y sobrenatural que Dios dio de Sí mismo.
2. Su Palabra escrita es autoritativa.
3. Es la Verdad objetiva y absoluta de Dios con lo cual todas las demás cosas pueden ser probadas.
4. La Biblia no es subjetiva ni relativa
5. Debe ser estudiada honestamente, cuidadosamente e inteligentemente, su Verdad y su exactitud son totalmente independientes de la razón y experiencias humanas.
Nuestra convicción es que toda experiencia debe ser evaluada a la luz de Las Escrituras. Todo bajo Las Escrituras. Nada sobre Las Escrituras.
Cristo céntricos.
Estamos afirmando que para nosotros la persona de Cristo, además de ser Dios, nuestro Salvador, y guía es el centro de todo lo que somos y lo que seremos. El Es quien rige toda nuestra vida.
En las Escrituras Dios declara que Jesucristo es Señor. El es digno de ser Señor por lo que El es, no solamente por lo que El ha hecho. Varias áreas de la vida del creyente podrían no estar sujetas al control de Cristo. El cristiano debe someter estas áreas a Cristo y seguir reconociendo que el control de Cristo en su vida es para su propio beneficio y gozo.
La Biblia subraya que Jesucristo esta sentado a la diestra de Dios (Efesios 1: 20) Esta sobre todo principado y potestad (Efesios 1:21) Tiene un nombre admirable (Isaías 9:6) Todo los reconocen como Señor (Filipenses 2:10) maestro y Señor (Juan 13:13) Señor y Cristo (Hechos 2:36)
Romanos 14:9 "Porque para esto Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos."
Y no-carismáticos/Pentecostal:
Esta declaración se hace necesaria, tal como se presentan aquí en Panamá. Esta Teología Experimental tiene raíces más profundas que solamente su liturgia alegre. Su raíz teológica liberal principalmente de Friedrich Schleimacher, teólogo romántico que desplazó a Dios del centro de la teología y puso al hombre en el centro. La enseñanza bíblica en los siguientes puntos nos aleja de la teología experimental.
1. Nuestro enfoque cristológico (a través de Cristo conocemos a Dios)
2. Lo que Dios hizo en Cristo es lo importante y base de poder vivir en el presente.
3. El Espíritu Santo es el medio que Dios nos da para vivir en Cristo y El ilumina la Palabra dando vida y poder.
4. Toda experiencia debe ser juzgada por su fidelidad a la Palabra. El Espíritu Santo nunca va a contradecir la Palabra, ni la Palabra contradecir al Espíritu Santo.
5. Toda teología debe pasar la prueba de la Trinidad, es decir, dar el lugar correcto y correspondiente a cada miembro de la trinidad juega un papel trascendental e indispensable.
6. Creemos que la sanidad es soberanía de Dios y por lo tanto El puede y de hecho sana ya sea por medio del uso de la medicina o por milagros. Pero el creyente no puede exigir de Dios la sanidad como un derecho.
Reconocemos que no todos lo que se clasifican dentro de estos grupos manifiestan las características negativas que nos hacen rechazar al movimiento en si.
Nuestra agrupación después de su etapa misionera y expansiva, ha seguido creciendo en muchos aspectos, muchas veces abriendo trocha, en campos totalmente nuevos, y revisando y mejorando algunos patrones heredados de otras latitudes.
A nivel local es invaluable el aporte de pastores laicos y hermanos y hermanas que muchas veces anónimamente han sido el sostén de la obra local. Que le dan a nuestra agrupación solidez y continuidad. La participación de un grupo de hermanos de nacionalidad suiza, han traído a la obra un aporte importante sobre todo en el área de Veraguas, han entregado todo a la causa del reino. Evangelizando, abriendo nuevas obras, capacitando a los obreros del área. Indudablemente de ahora en adelante cuando se escriba de la obra de la UMEP tiene que reconocerse la labor de estos obreros.
Desde el inicio de la obra en Panamá la preocupación de los pioneros de la obra fue la capacitación de los creyentes panameños. Se inicio con Institutos Breves, luego se pasó al Seminario Bethel, que era más formal y de carácter interno. Luego se pasó al Seminario por Extensión, más tarde al Instituto Bíblico Nocturno Gilgal, Luego a módulos especiales, y últimamente se está trabajando con una extensión especial de CCBP, modelo que Dios está utilizando, en la Región indígena, Santa Fe, Río Luís ,Ebenezer 1 y 2 en Vista Alegre. Alcanzamos 4 denominaciones 8 centros con un promedio de casi 150 estudiantes. Reconocemos también aquí la labor de la hna María de Sáenz quien se ha mantenido siempre enseñando.
El ministerio de campamentos ha sido el más antiguo que ha mantenido primero la Misión y luego la Asociación de iglesias, algunos dicen que “desde 1955 y otros piensan que en 1956” es la fecha exacta de su inicio. Campamentos es el ministerio que más personal y frutos ha producido en estos 50 años. De las filas de los campamentos han surgido muchos de los líderes que tenemos hoy en la Misión.
Los campamentos han evolucionado para bien de la población que elige anualmente pasar una semana en “La Finca” como cariñosamente le llamamos a este lugar. Se calculaba que hace 25 años habían pasado por estas instalaciones 2,000 campistas, estamos seguros que esa cifra ha sido más que doblada. Dios nos permita ver muchos años más la efectividad de este ministerio en el cual estamos listos para seguir adelante.
Los jóvenes siempre han sido de motivación y reto para la obra con toda su fuerza, creatividad y humor han logrado impactar en la obra a nivel nacional. Han evolucionado de tibias sociedades de jóvenes a un ministerio juvenil, en desarrollo. (Mijumep)
Por algunos años mantuvieron una labor misionera a la región indígena, esta labor es promovida por los mismos jóvenes, trabajando en su capacitación, y en la consecución de fondos que cubren todas las necesidades de este ministerio. Realizan Olimpiadas cada dos años en las que mezclan deportes y conocimiento bíblico.
(En esta presentación histórica, las fechas ministeriales de UMEP están actualizadas hasta el año 2003 y aparecen el la sección de Historia del Así Creemos 3ra revisión.)
La UMEP se encuentra en nueva etapa de su vida ministerial, ya que como toda organización de este tipo debe evaluarse constantemente para cumplir los objetivos del ser una asociación de iglesias al servicio del Reino de Dios. Es así que desde junio del 2019 la UMEP inició una nueva etapa de reingeniería ministerial que se ha denominado Refundación de la UMEP, cuyo lema es "Refundándonos en las Escrituras"; que no es más que un ajuste cónsono con las necesidades de hoy fundamentados en las Escrituras; y estamos listo para este paso. ¡Para la Gloria de Dios!